El Estatuto de los Trabajadores dispone en su art\u00edculo 52 a) que el contrato de trabajo puede extinguirse por ineptitud del trabajador conocida o sobrevenida con posterioridad a su colocaci\u00f3n en la empresa, con derecho a percibir una indemnizaci\u00f3n de 20 d\u00edas salario por a\u00f1o trabajado.<\/p>\n
El concepto de ineptitud se refiere a una inhabilidad o carencia de facultades profesionales del trabajador, bien por la falta de preparaci\u00f3n o de actualizaci\u00f3n de sus conocimientos, bien por deterioro o p\u00e9rdida de sus recursos de trabajo, percepci\u00f3n, destreza, falta de capacidad de concentraci\u00f3n, rapidez, etc.<\/p>\n
En caso de que la ineptitud se deba a un deterioro o p\u00e9rdida de condiciones f\u00edsicas o ps\u00edquicas que impidan realizar las tareas propias del puesto de trabajo, debe ser de cierta entidad y tener car\u00e1cter permanente. As\u00ed sucede cuando por ejemplo, como consecuencia de un accidente de trabajo, el trabajador no puede pr\u00e1cticamente realizar ninguna de las tareas principales\u00a0 de su profesi\u00f3n.<\/p>\n
Normalmente en estos supuestos el trabajador -tras uno o varios per\u00edodos de baja m\u00e9dica- \u00a0es declarado afecto a una incapacidad permanente (IP) total o absoluta por lo que accede a la correspondiente prestaci\u00f3n a cargo de la Seguridad Social y el contrato de trabajo queda extinguido.<\/p>\n
No obstante existen supuestos en los que pese a que el trabajador sufre limitaciones que pueden afectar de forma importante a su capacidad profesional, el INSS estima que \u00e9stas carecen de entidad suficiente para declararle afecto a una IP por lo que no se reconoce la prestaci\u00f3n y el trabajador debe reincorporarse a la empresa tras concluir la baja m\u00e9dica.<\/p>\n
En estos casos, si la empresa considera que el trabajador no re\u00fane las condiciones f\u00edsicas o ps\u00edquicas para prestar servicios\u00a0 y decide extinguir el contrato, puede hacerlo utilizando la causa recogida en el art. 52 a) ET: la ineptitud sobrevenida.<\/p>\n
La carga de la prueba de dicha ineptitud corresponde al empresario, que para acreditar las circunstancias f\u00edsicas y\/o ps\u00edquicas del trabajador suele utilizar informes emitidos por servicios m\u00e9dicos que tras reconocer a la persona afectada determinan si es apta para la prestaci\u00f3n de servicios.<\/p>\n
Pues bien, una reciente sentencia dictada por el Tribunal Supremo en unificaci\u00f3n de doctrina ha establecido que un informe m\u00e9dico en el que se declaraba al trabajador no apto no resulta por si mismo suficiente para acreditar la ineptitud sobrevenida, declarando el despido por dicha causa como improcedente.<\/p>\n
EL CASO EN CUESTI\u00d3N<\/u><\/p>\n
Un trabajador de la construcci\u00f3n solicita al INSS la incapacidad permanente despu\u00e9s de varias bajas m\u00e9dicas por una patolog\u00eda degenerativa lumbar y sacroil\u00edaca. El INSS deniega la prestaci\u00f3n de IP.<\/p>\n
Por su parte la empresa, antes de que el trabajador se reincorpore al trabajo, solicita a su servicio de prevenci\u00f3n ajeno un informe m\u00e9dico.<\/p>\n
El servicio de prevenci\u00f3n ajeno declara al trabajador no apto para prestar servicios, si bien en su \u00a0informe no explicita las limitaciones que afectan al trabajador, ni su influencia para la realizaci\u00f3n de las funciones propias del puesto de trabajo (encargado de obra).<\/p>\n
La empresa comunica al trabajador su despido objetivo por ineptitud sobrevenida.<\/p>\n
En la carta de despido si bien se detallaron las funciones del puesto del trabajador como encargado de obra, no se identificaron sus limitaciones, ni se justificaron los motivos por los que se entend\u00eda que debido a dichas limitaciones, se ve\u00eda impedido para \u00a0acometer las funciones propias de un encargado de obra.<\/p>\n
El TS resuelve en unificaci\u00f3n de doctrina y considera que la extinci\u00f3n del contrato de trabajo ha supuesto un despido improcedente puesto que se basa exclusivamente en el informe\u00a0del servicio de prevenci\u00f3n; sin embargo, en el mismo no se identifican las limitaciones funcionales del trabajador, ni se precisa en qu\u00e9 modo le impiden el desempe\u00f1o de las funciones listadas, limit\u00e1ndose a referir que afectaban a su capacidad de conducir, pero sin explicar las razones de esta limitaci\u00f3n.<\/p>\n
Este pronunciamiento no implica que se prive de valor probatorio a los informes m\u00e9dicos de cara a la acreditar la causa de extinci\u00f3n del contrato por ineptitud sobrevenida, pero hace necesario que su contenido se ajuste a lo establecido por el Alto Tribunal.<\/p>\n
Por lo tanto, para que los informes m\u00e9dicos resulten h\u00e1biles a fin de acreditar la existencia de dicha ineptitud sobrevenida -especialmente cuando el INSS ha descartado la declaraci\u00f3n de IP del trabajador para el desempe\u00f1o de su profesi\u00f3n habitual- no es suficiente con la simple afirmaci\u00f3n de que el trabajador ha perdido su aptitud para el desempe\u00f1o del puesto, por haber sido calificado como no apto, sino que habr\u00e1 que detallar las limitaciones funcionales del trabajador y su afectaci\u00f3n para el ejercicio de las funciones propias del puesto de trabajo.<\/p>\n","protected":false},"featured_media":6966,"template":"noticias-corporativa-single-post.php","categories":[],"tags":[],"novedades_corporativa":[54],"acf":[],"yoast_head":"\n