La cultura se come la estrategia en el desayuno
Esta frase, atribuida a Peter Drucker y repetida hasta la saciedad en el mundo de la gestión, volvió a resonar con fuerza durante el evento Re-think Industry 2025, celebrado hace un par de semanas. Fue mencionada por uno de los ponentes, y conecta de inmediato con algo que se observa constantemente al hablar de estrategia de Inteligencia Artificial en las empresas.
Para quien no conozca el evento, se trata de un congreso organizado por la Diputación de Gipuzkoa, dirigido al tejido industrial del territorio. Cada año reúne a empresas, agentes y profesionales del ecosistema para compartir experiencias innovadoras sobre temas como la Transformación Digital, la Sostenibilidad, el Relevo Generacional o el Crecimiento Empresarial. Una vez más, una jornada interesante e inspiradora, pero a la vez llena de aprendizajes muy aterrizados.
Entre todas las reflexiones del evento, merece destacarse una especialmente: ninguna estrategia funciona sin una cultura que la sostenga.
“Aquí lo hacemos así”
Cuando se habla de cultura organizacional, se refiere a los valores, hábitos, comportamientos y creencias compartidas que definen cómo se trabaja, cómo se decide, cómo se comunica y cómo se interactúa dentro de una empresa. En esencia, “cómo se hacen las cosas aquí”.
La cultura no aparece de la noche a la mañana: no se impone, se construye. Se moldea a través de las personas, y especialmente de quienes lideran con su ejemplo. Son ellas quienes convierten los valores en realidad cotidiana.
Mucho se ha hablado sobre esta frase dentro del mundo de la gestión organizacional, pero estaremos de acuerdo en que podemos tener una estrategia brillante, detallada y técnicamente impecable, pero si la cultura no la acompaña, está condenada al fracaso.
La estrategia de IA no es diferente
Como con cualquier otra estrategia, la de IA también requiere de una cultura que la respalde, de personas convencidas que lideren el camino hacia esa estrategia y que empujen hacia el cambio cultural que implica.
Cuando se ofrece el servicio de acompañamiento a las empresas en el diseño e implementación de su estrategia de IA, se tienen en cuenta diferentes aspectos, como arquitectura y sistemas, datos, gobernanza, cumplimiento normativo y… cultura. Siempre se hace hincapié en la importancia de este último aspecto dentro de la implementación de la estrategia de IA en una empresa.
Se trata de una tecnología disruptiva que supone una transformación en la manera de hacer las cosas, que no siempre se entiende, y que, como todo cambio, provoca un rechazo inicial, incluso miedo, ya que para muchos es un terreno desconocido.
A pesar de ello, no siempre se entiende la importancia que toma el aspecto cultural dentro de la estrategia, y en muchas ocasiones queda relegado al último lugar en la lista de requisitos para poder integrar IA.
Y, sin embargo, no sirve de nada invertir en tecnología si la organización no está preparada para adoptarla, experimentarla y usarla de forma natural. La transformación tecnológica solo ocurre si antes ocurre la transformación cultural.
Las personas, el centro de la estrategia
Pero, ¿qué es la cultura, sino las personas? En una de las mesas redondas del Re-think industry donde se debatía sobre la Transformación Digital y la implementación de nuevas tecnologías, se insistía en la importancia de las personas dentro de la estrategia de IA.
Una empresa que ya está recorriendo ese camino resumió perfectamente la experiencia de los consultores: se puede diseñar la mejor estrategia de IA, pero si las personas que forman la organización no la comprenden, no la aceptan o no la sienten suya, no avanzará. La tecnología no transforma empresas: lo hacen las personas.
Para el éxito de una buena estrategia de IA deberán convivir siempre dos trasnformaciones:
TRANSFORMACIÓN TECNOLÓGICA + TRANSFORMACIÓN CULTURAL
Y para impulsar la segunda, hay un ingrediente imprescindible:
- Formación, formación y más formación.
- Formación para entender qué es la IA y qué no es.
- Formación para perder el miedo.
- Formación para integrar nuevas formas de trabajar.
- Formación para que la cultura evolucione al mismo ritmo que la tecnología.
La cultura es el suelo donde arraiga cualquier estrategia. Y en el caso de la Inteligencia Artificial, esto es más cierto que nunca.
Se puede planificar tecnología. Se pueden desplegar sistemas. Se pueden diseñar arquitecturas impecables.
Pero sin cultura, nada funcionará.
Porque al final, la IA no transforma empresas. Las transforman las personas que las hacen posibles.